Puse flores por toda la casa. Coloridas y perfumadas. En el living, y a ambos lados de mi cama, para abrir los ojos y ver el estallido de color, tener presente, recordar que el tiempo pasa. La más hermosa de todas, vela mi sueño, con su rosa intenso y sus incontables pétalos.
Anoche soñé que veía el final del que durante tantos años ocupó toda mi alma. Se lo estaba tragando la bruma, y estaba de rodillas, atormentado, con los ojos llenos de lágrimas, gritándole a las nubes negras. Estaba rodeado de gente nefasta, y absolutamente solo. Parecía imposible que alguien lo hubiera amado, era evidente que nadie lo amaba. La tierra a su alrededor era gris, pedregosa y árida. Caminaban por ahí seres negros, como cuervos, que ni lo miraban. Yo veía todo desde muy lejos,contenta de estar en otro lugar.
Amar es cuidar, y cuidar un jardín es erradicar las hierbas malas.
Al abrir los ojos estaban mis flores, y una sonrisa en mi cara.
No era tan dificil.
Es cierto que el tiempo todo lo sana. El tiempo, la confianza, y algo de magia.
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