Mi querer en esta vida ha sido
como un finísimo, interminable hilo
con el que el tiempo ha tejido
un sutil encaje.
Y el tiempo, primo del viento
al acabar se lo ha donado
y lo ha posado en el tocado de una novia
o sobre el pecho de un cadáver.
Mi querer en este mundo ha sido
en partes iguales
bello e irrelevante.
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