miércoles, 20 de julio de 2011

El Amor y la Muerte

Dejamos de esperar la muerte, o desearla incluso, el día que nos la encontramos, llevándose a una persona amada.  Ese día nos damos cuenta que la muerte es un hecho irrevocable, y que es capaz de trastocar nuestro mundo conocido en un instante.
Pero la vida sigue, y rápidamente nuestra experiencia con la muerte queda olvidada -no así la persona amada. Seguimos viviendo como si fuéramos inmortales, o niños caprichosos y contrariados, haciendo absurdos reclamos a la vida, a la suerte o a los dioses.
Nos resta el asunto del amor. Que es mucho más grande que la vida nuestra, pues nos precede, y nos continúa.  Amar y perder nos llena de muerte, y como continuamos con vida, no nos queda más que caminar con nuestras pérdidas, y nuestro profundo dolor en soledad. Y en la solitaria y valiente contemplación del vacío, y de las pequeñas cosas que empezamos a percibir en nuestro entorno, y dentro nuestro, humilde y sinceramente, vamos tejiendo nuevamente nuestra relación con la vida y con el amor.
No todos nos embarcamos en esta tarea.  Están los que viven de forma más convencional, no se cuestionan, y simplemente conviven convenientemente.  Quien ama y necesita la belleza, no le queda otra que desentrañar el misterio de las relaciones, los ciclos de la vida, las mil caras y expresiones del amor, que es causa, efecto, y construcción voluntaria.  Un trampolín de caricias y sexo que nos transporta de la muerte a la gloria. Y la mejor forma de estar cerca.
El amor no es un trabajo de equipo.  Es una profunda concentración en nuestra historia y experiencia, que desbloquea nuestro potencial para crear belleza, para sembrar amor.
Las exigencias de la dura tarea de amar son parte esencial de nuestro desarrollo.  Si nos mantenemos firmes y tomamos al amor como una tarea y un aprendizaje, en lugar de buscar una imaginaria fusión con el ser amado para perdernos en él, o embarcarnos en juegos frívolos y fáciles; entonces estaremos dando un gran paso en favor de los que vienen después, y explorando el sentido de la vida para nosotros.

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