domingo, 26 de junio de 2011

Paradoja de tu en mi

¿Ves lo que pasa?

Tu camino es mi cuerpo, tu luz, 
humor líquido de mi vesícula biliar
Mi piel, huella de tus ojos,
y cuando cierro los míos te siento, 
tan cerca es que estás.

¿Ves? Lo tuyo en mi y viceversa es difícil de separar
No puedo sublimar mi piel sin quemarme viva
y aunque quisiera, tu ceguera es un puño que nos atrapa a los dos.

Sólo decanta el veneno y supura por mi pie derecho.
Centrifugo recuerdos y sentimientos
y me salen menhires.
Volatilizo el deseo y encuentro
que extermino toda forma de vida a mi alrededor.
Inyecto ese mismo gas en el concreto de tu rechazo
Y ahí queda, apretando, enfermando
quitando, quitando.

Precipito el olvido en tu ausencia
y un lunes inadvertido, cristalizas y me matas.
¿Como te transmuto, como resucito
si eres templo en el centro mío
de lo vivido, lo soñado y lo que no pasará?
¿Cómo te exilio si migras hacia mi imantado
buscando asilo, alivio de la externalidad?
Tu, mi piel, yo, tu hogar.

Mi bien es lo que precisas, y el tuyo, ay, no lo quieres dar. 

Me quedo entonces con la piel de tus ojos
-por no perder tanto- 
y tu caminas encontrándome bajo tu andar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario