¿Ves lo que pasa?
Tu camino es mi cuerpo, tu luz,
humor líquido de mi vesícula biliar
humor líquido de mi vesícula biliar
Mi piel, huella de tus ojos,
y cuando cierro los míos te siento,
tan cerca es que estás.
tan cerca es que estás.
¿Ves? Lo tuyo en mi y viceversa es difícil de separar
No puedo sublimar mi piel sin quemarme viva
y aunque quisiera, tu ceguera es un puño que nos atrapa a los dos.
Sólo decanta el veneno y supura por mi pie derecho.
Centrifugo recuerdos y sentimientos
y me salen menhires.
Volatilizo el deseo y encuentro
que extermino toda forma de vida a mi alrededor.
Inyecto ese mismo gas en el concreto de tu rechazo
Y ahí queda, apretando, enfermando
quitando, quitando.
Precipito el olvido en tu ausencia
y un lunes inadvertido, cristalizas y me matas.
¿Como te transmuto, como resucito
si eres templo en el centro mío
de lo vivido, lo soñado y lo que no pasará?
¿Cómo te exilio si migras hacia mi imantado
buscando asilo, alivio de la externalidad?
Tu, mi piel, yo, tu hogar.
Mi bien es lo que precisas, y el tuyo, ay, no lo quieres dar.
Me quedo entonces con la piel de tus ojos
-por no perder tanto-
y tu caminas encontrándome bajo tu andar.
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