Milagro es el silencio de tu compañía perfecta.
Te instalas como un estado de salud:
ahí estás, y ya no falta ni sobra nada.
Luego te vas, o me retiro exhausta
pues precisas la carencia que junto a mi no hallas.
Será ese silencio mágico de tu vida en paralelo
al que le debo que entre los dos nunca haya habido nada.
Pues que seas tan desgraciado como has deseado
tan vacío que ya ni veas; y el día más aciago
que ni recuerdes haber mirado el cielo a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario