sábado, 13 de agosto de 2011

Safe and Sound

Me he sentido orgullosa de mi capacidad para ignorar el dolor.  Aún cuando más de una vez me di cuenta que hubiera sido mejor hacer algo al respecto. El dolor es un mensaje ineludible, una señal de salud.  Significa que el sistema de alerta física funciona. Ignorarlo no es atenderlo, y eso que anda mal, muy probablemente empeore, o en el mejor de los casos, difícilmente mejore por si mismo.  Por lo que es mejor focalizar la atención en la dolencia, preguntarse a uno mismo y consultar acerca de ella, hasta sanar.
Tenemos la responsabilidad de ser felices.  Cuando uno no lo es, hace infeliz a todo el que le rodea. Si tu sonries, de manera franca y abierta, despertarás esa misma sensación en los que se te crucen por el camino.  Las emociones son mucho más contagiosas que la gripe.
Estar sano y salvo, y proteger a los que amamos, no precisa más que eso: atender al dolor, y esforzarse en ser feliz.

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