El deseo es una manera valiente de querer. Porque quien se atreve a querer, está dispuesto a sentir la falta, el estado de necesidad, hasta la desesperación. Es la razón por la que querer algo, o a alguien, es tan poderosamente motivador. Querer es propio de las personas de acción. Querer y desear son el camino más potente hacia la autorrealización. Cuando nuestros deseos manan de lo mejor de nosotros mismos, significa que hay suficiente riqueza en nosotros como para experimentar el no tener lo que queremos, y también la confianza en que eso que queremos tiene el potencial de hacernos aún más poderosos. Como la pequeña llama que se apaga de un soplido, o el voraz incendio montado por el viento. Cada uno de nosotros posee un fuego innato, porque nacemos necesitando y crecemos, queriendo y deseando.
Hoy te deseo que quieras mucho, que quieras más y que quieras mejor.
Hoy, como siempre, te quiero.
sábado, 20 de agosto de 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
LA NOCHE VIEJA DE TU NOMBRE
Campo de batalla, tu nombre y la luna llena.
Las almas de todos los sabios se amotinan
y en un rayo sin luz convergen en el alma mía
susurrando códices densos, sensaciones mixtas.
Eres la hora más bella, la que todos aman
luego, en el alma, la oscuridad opresiva
un tesoro que a tientas encuentras
retintinea, cual mil cascabeles de plata
urgiéndote a salir del silencio
en pleno ascenso
te encontraré, poeta
y me encontrarás
en una atestada avenida.
sábado, 13 de agosto de 2011
Safe and Sound
Me he sentido orgullosa de mi capacidad para ignorar el dolor. Aún cuando más de una vez me di cuenta que hubiera sido mejor hacer algo al respecto. El dolor es un mensaje ineludible, una señal de salud. Significa que el sistema de alerta física funciona. Ignorarlo no es atenderlo, y eso que anda mal, muy probablemente empeore, o en el mejor de los casos, difícilmente mejore por si mismo. Por lo que es mejor focalizar la atención en la dolencia, preguntarse a uno mismo y consultar acerca de ella, hasta sanar.
Tenemos la responsabilidad de ser felices. Cuando uno no lo es, hace infeliz a todo el que le rodea. Si tu sonries, de manera franca y abierta, despertarás esa misma sensación en los que se te crucen por el camino. Las emociones son mucho más contagiosas que la gripe.
Estar sano y salvo, y proteger a los que amamos, no precisa más que eso: atender al dolor, y esforzarse en ser feliz.
Tenemos la responsabilidad de ser felices. Cuando uno no lo es, hace infeliz a todo el que le rodea. Si tu sonries, de manera franca y abierta, despertarás esa misma sensación en los que se te crucen por el camino. Las emociones son mucho más contagiosas que la gripe.
Estar sano y salvo, y proteger a los que amamos, no precisa más que eso: atender al dolor, y esforzarse en ser feliz.
domingo, 7 de agosto de 2011
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