Te secuestra la belleza de un rayo del luz en un campo de margaritas doradas danzando al son de una brisa suave y cálida, en una hora muy amarilla. . Meriendas manzanas. Atiendes la estremecedora sinfonía de sonidos y sensaciones de tu cuerpo, y la vida circundante. Están bien altos y verdes los pastizales que suenan dulces al viento, sus aromas cosquilleando tu piel, brisa pícara y risueña, pura esencia.
Estabas tu, y todo eso eras tu.
Vamos por la vida imaginando mundos, calles, destinos, acantilados, puentes colgantes, y fosas plagadas de cocodrilos, que nos separan de un mundo aún más soñado. Sueño mi vida tal cual es, como me soñaron que se soñaban unidos para siempre, y me soñaron separando.
La luz más hermosa bañándolo todo, envolviendo, extendiéndose, encendiendo cosquillas, miradas, sonrisas, piel, volviéndose a extender, a darse, a contagiar.
Feliz Navidad!
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